La experiencia gastronómica que redefinió Barcelona: Terraza del Claris

Un espacio abierto al diálogo con la ciudad

El Hotel Claris fue pionero en abrir su azotea a la ciudad, transformando la Terraza del Claris en un destino gastronómico esencial de Barcelona. Allí, el chef Pedro Salillas ofrece cocina mediterránea contemporánea con producto de temporada, en un ambiente que equilibra el alto nivel y la hospitalidad.

Hace algunos años, atravesar la recepción de un hotel cinco estrellas en Barcelona no era un paso habitual para quien no se alojaba allí. La mayoría de las terrazas permanecían como un espacio exclusivo. Sin embargo, el Hotel Claris (cinco estrellas Gran Lujo) cambió esta dinámica. Con la Terraza del Claris, fue uno de los primeros en concebir su azotea como un destino en sí mismo.

Por lo tanto, esta terraza se consolidó como un punto de encuentro accesible para la gente de Barcelona. Esta decisión generó un precedente que redefinió el uso de los rooftops de la ciudad. Aquí podrás disfrutar de una cocina de alto nivel en un entorno que funciona durante todo el año, pues cuenta con un cerramiento aclimatado para la temporada de invierno.

El sello de cocina de Pedro Salillas

El restaurante de la Terraza del Claris es un testimonio de la alta gastronomía en un contexto relajado. A lo largo de los años, ha mantenido una filosofía de servicio donde el lujo se manifiesta en la calidad de la atención y no en la rigidez del ambiente. El espacio ha sabido conjugar un entorno de alta gama con una atmósfera que invita a la conversación.

El chef Pedro Salillas es el encargado de dar forma a la propuesta culinaria. Su trabajo combina la creatividad con el respeto por la base mediterránea, utilizando siempre el producto de temporada. Salillas ofrece una visión actual que se traduce en platos de sabor definido y técnica precisa.

Lo que el otoño presenta en la carta

La llegada de la temporada otoñal se celebra con incorporaciones que llevan el sello de calidad del restaurante y la visión del chef. De hecho, la carta se nutre de ingredientes que aportan calidez y fondo a la cocina.

Por ejemplo, en tu visita podrás encontrar el guiso de setas con bacalao mantecado y yema de huevo curada en soja, un plato que subraya el sabor de los productos en esta época, El cordero confitado labmeh con granada presenta un equilibrio entre el punto de la carne y el contrapunto fresco del fruto.

El arroz del Delta con anguila ahumada y postres como la tatin de plátanos o la tarta de queso con helado casero, son parte del distintivo de calidad de este restaurante. que sigue marcando el paso en el panorama de Barcelona.

La terraza del Claris

Carrer de Pau Claris, 150, L’Eixample, 08009 Barcelona
Abierto de lunes a domingos

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