Bubó Tapas Bar
Publicado el 27.10.2019
Bubó Tapas Bar es un pequeño tesoro en medio de una de las zonas más turísticas de Barcelona, donde comer productos de primera calidad, acompañadas por cócteles y uno de los mejores postres de la ciudad.
Situado justo frente a la Iglesia de Santa María del Mar te encuentras a Bubó Tapas Bar, el hermano de la pastelería Bubó. Una acogedora sala para unas 20 personas y una barra que invita a pasar un rato distendido, regado con coctelería clásica, pero con toques personales, son sus marcas de identidad.
Sí, en el corazón del Borne y con tapas, pero este lugar está pensado más para quienes tienen un paladar inquieto que escapa a la clásica oferta culinaria para turistas. Los precios también siguen esta norma, por lo que puede ser perfectamente un sitio de referencia para disfrutar de una de los lugares con más encanto de Barcelona.
En Bubó Tapas Bar, fundamentalmente encuentras tres cosas: tapas tradicionales (y no tanto) y platillos; cocteles y unos postres que quitan el sentido. Por otra parte, el equipo que hace que todo eso se transforme en una experiencia amena.
La carta
La carta lleva el sello de Anna O Flynn, quien ha trabajando en varios países incluyendo los fogones del gran chef sueco Magnus Nilsson, y las propuestas son de elaboración casera, diseñadas con mimo y esmero. Las tapas parecen sencillas, pero detrás de cada una hay ideas potentes y preparaciones largas.
Los Foodistas fuimos a cenar y pedimos diferentes tapas para compartir. Al final de la noche nos planteamos un ranking, pero nos costó decidir cuál nos gustó más, porque lo que probamos tenía el mismo denominador común: calidad y buena ejecución.
Algunos de los platos destacados, que volveríamos a degustar, son el trío de patés de verduras que, (¡gracias dioses del Olimpo culinario!), saben ir más allá de los insufribles y omnipresentes hummus de colores. Estos untables, entran por la vista, y son de remolacha y nuez, zanahoria con chipotle y cilantro, berenjena ahumada. Los boniatos bravos, también se merecen una segunda vuelta.
Las croquetas no son nuestra debilidad, pero las de pollo rustido son francamente buenas, aunque la tostada con caballa ahumada por Rooftop, nos hizo poner de rodillas
Entre los platos más contundentes; el steak tartare de ternera K 0 con alcaparras, yema de huevo de codorniz; un vitello tonnatto, receta tradicional italiana que versiona la chef con rosat beef, acompañado con alcaparrones. La vieira a la plancha (esa sí es nuestra debilidad) con jamón ibérico en salsa Teriyaki; el pulpo con mojo picón que, por suerte, lo libera de la parmentier, o el secreto ibérico con membrillo.
Un aplauso para los postres
La recomendación es ir en grupo para probar un poco de todo, pero sobre todas las cosas, deja sitio para el postre que vienen avalados por la casa Bubó que ha recibido varios premios internacionales.
Las raciones son individuales y generosas. Puedes elegir entre los tradicionales como Sacher u Opera, y otros más atrevidos como Loerak, con mousse de chocolate, cremosos de naranja al azafrán y crujiente de nueces caramelizadas.
Miguel Angel Palau está al mando de la sala y del trato cercano con la clientela. Además es responsable de la coctelería, y su paso por 41 Grados (de Albert Adrià) u Ocaña, son una garantía de buen hacer. Mención especial al vermut preparado en la casa con infusión de hierbas mediterráneas, y al limoncello casero.
En Bubó Tapas Bar también organizan eventos de pequeño formato para empresas, amigos, etc. cerrando el local para uso exclusivo de grupos de hasta 20 personas. Así que es un buen sitio para tener en cuenta a la hora de hacer cenas de fin de año
Bubó Tapas Bar, abierto de 9AM a 1AM
Carrer de Caputxes 6, 08003 Barcelona
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