Culkin, bocados deliciosos, mixes y vinos naturales

Los gastrobares son sitios que vale la pena ir a explorar, porque son capaces de conjugar buena comida y un ambiente relajado. En esta línea está Culkin, un sitio inspirado en la cultura popular de finales del siglo pasado y con una carta que le da la vuelta a los lugares manidos de la cocina.

Solo en casa, en Barcelona

Aunque parezca descabellado Macaulay Culkin, el famoso Kevin McCallister de la película «Solo en casa” («Home Alone», por su titulo original), tiene mucho que ver con un nuevo bar del barrio de Sant Antoni de Barcelona abierto en 2023.

Para empezar el nombre del local es un homenaje al actor que, además, dicen que es un enamorado de Barcelona y que ha pasado varias temporadas en la ciudad (incluso para ahogar sus penas en las noche de la ciudad, tras una separación).

Por otra parte, la ambientación está llena de guiños a la cultura popular de los años 90, pero sin llegar a convertirse en un bar temático sobre esa década. En Culkin la cosa no va de cine sino de comer de película.

Detrás de este proyecto ubicado en el barrio de moda de la capital catalana, están Martín Pimentel, Javier Cadahía y Ritxi Naval, que también son el alma de V de Vermut y otros sitios como Pimentel y PDG.

Bocados para compartir, vinos naturales y cócteles

La cocina de Culkin está pensada para compartir y picar, mientras disfrutas de una buena copa. Uno de los puntos fuertes de su carta, es que está construida con platos sorprendente por su combinación de sabores, y que invitan a comer sin complicaciones.

El gastrobar está abierto todos los días, aunque viernes y sábado ofrecen cocina ininterrumpida. De allí salen opciones tan apetecibles como los huevos Poche con parmentier trufada, setas y pan carasau. A la omnipresente burrata le han dado una vuelta, porque la sirven con un mole de tomates al horno y frutos secos, con lo que consiguen una versión diferente.

El tartare de atún, es un plato que entra en esa categoría de los «sorprendentes«, porque lo combinan con yema curada en soja, pozu picante, edamame y crema de aguacate. A priori, parecerían no funcionar, pero cuando lo mezclas y das el primer bocado, todo tiene sentido.

Uno de los hits de Culkin es el sandwich de pan de masa madre con pastrami y salsa de vitello tonnato. Otro plato que vuela alto es el que llaman “Tasty cow” una entraña hecha a baja temperatura, especiada, y acompañada con boniato en texturas

La carta es bastante carnívora, pero platos veganos como el Tzatziki green, cono Tzatziki green lechuga candanchú a la plancha y verduritas encurtidas. El apartado de dulces es muy breve, ya que solo hay un postre: “Sweet farm”, cabalaza, boniato y piña a baja temperatura, crema de albahaca y crujiente de maíz. Simple, refrescante y sin exceso de azúcar.

Gastronomía líquida de altura

La propuesta de bebidas merece su capítulo, porque en Culkin comida y bebida están al mismo nivel o, más bien, nivelazo. Aquí hay que ponerle la medalla al sommelier Amador Marín, quien comenzó en el desparecido Tickets Bar de Albert Adría, y terminó siendo el Head Sommelier de todo su grupo de restaurantes, tanto en Barcelona como en el extranjero.

La carta de vinos de Amador, es una selección exquisita de pequeños productores, proyectos singulares y, sobre todo, vinos naturales. Por otra parte, la apuesta se completa con cócteles, muchos de ellos con vermut y aperitivo que, en definitiva, también están hechos con vino, y rematados con espumas de frutas.

Culkin

C. de Viladomat, 23, L’Eixample, 08015 Barcelona

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