Restaurante Caña de Azúcar: Venezuela en Barcelona
Publicado el 29.04.2016
La cocina latinoamericana está viviendo su momento de gloria en España y, el restaurante Caña de Azúcar ha llegado a Barcelona para afianzar su evolución. Una cocina cercana, con productos bio, toques creativos y muy acogedora. Así es Caña de Azúcar.
Tal vez sea Gastón Acurio quien, hace unos cuatro años, abrió la puerta a la nueva restauración latinoamericana en España, a través de su difusión de la cocina peruana. Indudablemente su nombre está en la cabeza de este movimiento, pero tenemos que recordar que España y América Latina guardan una larga e histórica relación (no siempre simétrica) y, el fruto de este vínculo, se observa en la cocina.
Barcelona es una cuidad cosmopolita, donde puedes encontrar restaurantes con comidas representativas de muchas partes del mundo. Desde hace décadas hay pequeños locales y cantinas donde se puede comer típica comida mexicana, ecuatoriana, peruana, argentina, brasilera, venezolana, chilena, uruguaya o boliviana (por sólo mencionar algunos países de América Latina). Sin embargo, hace aproximadamente dos años, hay un nuevo boom de la cocina latinoamericana con toques gourmet.
Caña de Azúcar es uno de esos lugares que ya forman parte del mapa los restaurantes gastronómicos y latinoamericanos de Barcelona. Su cocina, regentada por las hermanas Osío, se basa en recetas tradicionales venezolanas pero filtradas por una mirada y técnicas aprendidas en su formación profesional con Carlos Garcia (Alto), Laurent Cantineaux (Atlantic) y Paul Lenoise (Antigua), en la Escuela Hofmann, y con chefs como Andoni Luis Anduriz (Mugaritz), Martin Berasategui y Jordi Cruz.
La carta de Caña de Azúcar es un compendio de sensaciones y sabores variados que hunden sus raíces en recetas tradicionales, aprendidas de la familia de las cocineras. Cuando entras al restaurante, te trasladas a una casa colonial venezolana con plantas, suelos con baldosas de terracota, colores alegres. En resumidas palabras: una ambientación distendida y de buen gusto. A veces, también tienen música en vivo (en nuestra visita había un dúo de jazz).
Como elegir los platos de la carta es una tarea difícil, principalmente porque lo quieres probar todo, lo mejor es dejarse aconsejar por el personal de sala. Desde el mismo momento que llega la carta a tus manos, tienes la sensación de que estás en el lugar adecuado para dejarte mimar. La carta está impresa sobre hoja de plátano y con un diseño singular, de modo tal que la naturaleza se cuela en la mesa desde que comienzas a seleccionar tu comida.
Nuestra degustación comenzó unos Tequeños. Fina masa de trigo, crujiente rellenos de queso de vaca fresco, acompañados por 3 deliciosas salsas: melao de caña de azúcar; picante de rocoto y Rosita de la Vera ahumada. Un entrante sabroso y saladito, con puntos de intensidad diferentes (aportados por las salsas).
La materia prima con la que trabajan es fresca y de calidad, incluso muchos de sus productos son ecológicos. Esto se reflejó muy bien un plato con un nombre singular: Vuelve a la vida, también conocido como Rompecolchón, por su potencia afrodisiaca y la capacidad para regenerar el cuerpo después de unos días de fiesta caribeña. Se trata de un pulpo marinado en lima y fruta de la pasión, sobre unas finas rodajas de aguacate y salsa roja (agridulce). Sólo decimos: ¡debes probarlo!
Uno de los platos más tradicionales de Venezuela es el Pabellón Criollo, que forma parte de su recetario colonial desde el siglo XVIII. El Pabellón lleva arroz, carne desmechada, alubias (guisadas y sofritas), huevo y plátano maduro frito, pero Adnaloy, la Chef y responsable del proyecto, hace de este plato la síntesis perfecta de la tradición y la innovación. Ella no saca un simple plato bonito, con todos los componentes bien dispuestos y correctamente preparados, sino que mantiene el sabor e ingredientes tradicionales, pero trabajado de otra manera. Se presenta como unas pequeñas albóndigas de carne desmechada eco, cocida a 89ºc y queso Guayanés, rodeadas por una fina capa de crujiente de plátano, sobre cremoso de frijoles negros, nata criolla y picante de ají amarillo. Este plato se lleva la palma por su sabor y elaboración.
Los últimos dos platos fueron unas Cachapas, una receta de los pueblos originarios de Venezuela, hecha a base de harina de maíz y cocida en horno de leña (sí, tienen un maravilloso horno de leña que heredaron de la antigua pizzería que había antes en el local). Esta delicia mezcla lo dulce del maíz, con el salado del queso de mano y unos brotes de guisante. Otro de los must de Caña de Azúcar es: No te enamores del ceviche. Ya ves, el ceviche no sólo es patrimonio de Perú… Este está hecho con corvina salvaje, marinada en salsa de jalapeños quemados, quinoa negra frita, choclo fresco (maíz) y pico de piña. La quinoa tostada le aporta un crujiente (que recuerda a las palomitas pero amargas), que funciona como contrapunto a la untuosidad del pescado. La incorporación de este toque es un acierto, que lo hace diferente a otros ceviches.
La pureza de los platos (presentados en una vajilla PRECIOSA), las texturas, junto con los sabores y el respecto al producto, no se acaban allí. En Caña de Azúcar hay una buena barra, donde preparan cocteles con Ron –venezolano- Santa Teresa 1796 (uno de los mejores del mundo). Cada uno de los platos lo acompañamos con un cóctel diferente, en los que predominaba el sabor dulce (muy común en las bebidas y cocina de esos lares).
Como no se puede finalizar la comida sin un buen postre, nos pusimos en manos de Adriana, la repostera y la mayor de las hermanas Osío. La Torta Tres Leches (evaporada, condensada y normal) que tomamos, venía acompañada de una salsa de frutos rojos, que aportaba la acidez que te pide el paldar. La Marquise de chocolate con Nuetella, fue nuestro segundo bocado. ¡Atención! si no eres muy amante de lo dulce, pregunta por otras opciones, porque aquí tienes azúcar para todo el día.
En Caña de Azúcar ofrecen Brunch los domingos (que tendremos que probar); tienen menú de medio día, promociones de coctelería y, sobre todo, mucho respeto y amor por lo que hacen. Este es uno de los lugares de Barcelona que no debes dejar pasar. Si quieres ver todas nuestras fotos de la visita a Caña de Azúcar, mira aquí
Dirección: Muntaner, 69, Barcelona
Teléfono: (+34) 936 81 75 57
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