Bodega Pasaje 1986, Barcelona

Publicado el 24.03.2021


En una zona apartada del trajín del centro barcelonés, Bodega Pasaje 1986 hace honor a los grandes platos tradicionales con toda la sabiduría de una Casa de Comidas y servicio de sala de restaurante estelado.

Para llegar a Bodega Pasaje tienes que ir hasta la frontera de Barcelona y Hospitalet y, además, entrar por medio de Les Galeries La Campana. Ha quedado claro, ¡descentralizar tiene premio! La calidad no está aglutinada en el centro de Barcelona, y cada vez hay más barrios que tienen grandes restaurantes. Bodega Pasaje es un ejemplo de ello.

Bodega Pasaje, Barcelona/ Foto: Godo Chillida para Los Foodistas©

Esta Casa de Comidas antes había sido una taberna gallega, que después de una buena reforma hecha durante el extraño 2020, se ha convertido en un lugar indispensable en el mapa de las buenas cocinas de Barcelona. Detrás de la idea y estrategia de negocio está Xavi Alba, maître de Tickets y una figura clave del grupo El Barri (de Albert Adrià).

El local tiene dos plantas y amplios ventanales, que permiten tanto mantener una buena distancia entre las mesas como ventilar la sala de manera natural. Cuentan con una estupenda terraza, delante de un parque. Allí se reúnen parroquianos de la zona, con amantes del buen comer que peregrinan a donde haga falta.

Una bodega que rinde tributo a las grandes cocinas de España

En Bodega Pasaje 1986 hay mucho amor por la comida y los buenos ingredientes. Sin grandilocuencias, lo que manda son las recetas y platos tradicionales. Sin tapujos, remedan platos icónicos de las grandes cocinas de España desde la cocina comandada por Patrick Picarín.

Patrick Picarín, en Bodega Pasaje/ Foto: Godo Chillida para Los Foodistas©

Así, entre los entrantes de picoteo puedes encontrar los chicharrones de Casa Manteca (el mítico sito de Cádiz), una ensaladilla rusa homenaje a la del Suculent o las judías con patatas y un punto cítrico que rinden tributo a Al Kostat (del chef catalán Jordi Vilà).

Ensaladilla rusa, una tapa imprescindible / Foto: Godo Chillida para Los Foodistas©

En la carta no faltan los grandes clásicos como las croquetas y el cazón en adobo de ñoras. El plato de alcachofas del Prat con panceta Maldonado y jugo de aceitunas, así como el de partmentier de patatas con camagrocs (trompeta amarilla), hacen una buena tríada en el apartado de elaboraciones de la huerta.

Nos ha llamado gratamente la atención encontrar este lugar privilegiado para las verduras, ya que no conocemos muchas bodegas que en su carta sirvan un plato de verduras frescas como el, por ejemplo, las judías.

Chicharrón de Cádiz, al estilo Bodega Pasaje/ Foto: Godo Chillida para Los Foodistas©

Los platos fuertes de Bodega Pasaje

Además de las tapas (muchas de ellas servidas como también como ración), los guisos tienen su lugar especial, servidos en la mesa en su cazuelita de metal: Capipota con garbanzos, albóndigas con sepia o un marmitako (plato del día) de atún, con alcaparrones.

Marmitako de Bodega Pasaje, Barcelona/ Foto: Godo Chillida para Los Foodistas©

Tienen un horno Josper del que salen cortes de diferentes carnes hechos a la brasa: secreto ibérico, chuletón lomo alto de Wagyu. Esas carnes no las hemos degustamos pero, con la promesa de volver, nos dejamos un hueco.

Hay algunos fuera de carta que pudimos probar, como las patatas fritas con huevo y caviar, que nos dejaron sin aliento. Fueron el capricho después de haber comido varios platos, y no nos arrepentimos de no quedarnos con las ganas.

Lingote de chocolate de Paco Roig /Foto: Godo Chillida para Los Foodistas©

La excelente relación calidad-precio invita a explorar la carta en profundidad, así que lo mejor es disfrutar de una mesa con varios comensales, dispuestos a probar. Eso sí, no te pases y guárdate algo para los postres.

Tarta de queso Payoyo. /Foto: Godo Chillida para Los Foodistas©

El momento dulce cierra el círculo de los homenajes culinarios con el Lingote de chocolate de Paco Roig. La tarta de queso de Bodega Pasaje 1986, está elaborada con queso payoyo y es una de las mejores que hemos probado en Barcelona.

La selección de vinos no es extensa, pero sí muy cuidada. Las cañas, como en una Casa de Comidas que se precia, muy bien tiradas. El servicio impecable y cercano, con una buena cantidad de personal de sala (algo difícil de ver en tiempos de pandemia –que mantienen todo bajo mínimos-).

Bodega Pasaje 1986: Local 32, Gran Vía de les Corts Catalanes, 162, 08038 Barcelona

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