Consejos para sobrevivir a los excesos festivos
Publicado el 30.12.2015
En el siglo IV antes de Cristo, Hipócrates decía “Que tu medicina sea tu alimento, y el alimento tu medicina”. No vamos a evangelizar a nadie a través de la comida, pero sí es importante reconocer que una buena alimentación nos ayuda a vivir bien y a soportar con un poco de dignidad los excesos de estas fiestas.
Está claro que hay que seguir un plan alimentario equilibrado y variado; consumir productos frescos y de temporada pero, para qué nos vamos a engañar, en estas fechas nos pasamos con los turrones, las proteínas, las grasas, los brindis. Los festejos nos alejan a pasos agigantados de la vida saludable. Indudablemente, además de comer bien hay que descansar (unas 8 horas diarias), pero diciembre con sus cenas (familiares, con lxs amigxs del gimnasio, de la empresa, de familia, de la infancia, etc., etc.), no es la mejor época para meterse a la cama temprano y después de una cena ligera.
En fin, también es importante darse licencias y por ello Los Foodistas te traemos algunos trucos para aguantar mejor la resaca festiva cuidando lo que comes, y siguiendo la máxima del griego Hipócrates. Si te toca ir a trabajar con pocas horas de sueño y más de una copa de alcohol en el cuerpo, no te saltes el desayuno por nada del mundo. No ganarás nada apurando las sábanas hasta el último segundo y saliendo a la calle sólo con una taza de café entre pecho y espalda, porque no aguantarás más que un par de horas. El desayuno es indispensable para estar activo el resto de día y para reponer tu sistema metabólico; con pocas horas de sueño el índice glucémico sube como la bolsa de Tokyo.
Por ello hay que comenzar el día comiendo frutas frescas (mejor enteras, así aprovechas toda la fibra); algún cereal (pero no esos cochambrosos de producción industrial) como avena integral; carbohidratos (por ejemplo, pan integral con un poco de aceite de oliva y queso), y también sería bueno agregar algunos frutos secos y semillas. El tema de la necesidad del consumo de lácteos está en debate, pero mientras se ponen de acuerdo, no olvides que las semillas de sésamo son una fuente perfecta de calcio, al igual que los orejones.
Conforme continua el día, la falta de sueño y el embotamiento se hacen más patentes y el sistema nervioso acusa recibo. Precisamente por ello no es conveniente abusar del café para tener la sensación de estar activo. La cafeína hace efecto unos 20’ después de haber sido consumida (una taza de café suele tener unos 90mg y la de té unos 60) y desaparece del cuerpo unos 45’ de haber sido consumida. Estos datos te servirán para controlar la ingesta, por ejemplo es preferible que te tomes una taza de café o té antes de una reunión importante, pero no una cada hora. La cafeína es diurética y el alcohol deshidrata, así que no olvides beber mucho agua durante todo el día.
La hora de comer puede ser un gran riesgo, ya que al hacer la digestión entra el bajón y lo único en lo que se puede pensar, es en hacer una siesta. Como no todxs pueden darse ese lujo, lo mejor será hacer una comida bien equilibrada y ligera (fibra, carbohidratos, poca grasa y proteína), pero lo mejor es no quedarse con la sensación de saciedad completa, para evitar la pesadez difícil de remontar.
Es posible que también te entren unas ganas locas de atiborrarte dulces y, si te los comes, seguramente sentirás bienestar. Sin embargo no es nada recomendable consumir azúcares refinados (sí frutas), porque el índice glucémico se dispara, generando una sensación agradable que dura unos 20’ y luego cae en picado, produciendo más malestar.
Desde luego que hay que cuidarse, especialmente durante las épocas festivas, y no pasarse de la línea, pero si no logras el ideal ascético de vida austera, renuncia a los placeres materiales y del estómago, al menos intenta reordenarte un poco con estos consejos.
¡Felices fiestas! Por un año Foodista para todxs.
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