Flash Flash: La tortillería de Barcelona

En Barcelona hay muchos restaurantes de aspecto moderno, interiorismos ‘monos’, ambientación ‘instagramera’, pero hay otros que son modernos desde la cuna. Es el caso de Flash Flash, que desde hace 47 años mantiene la misma imagen pero nunca se ha desactualizado. El restaurante es el resultado del gusto por la buena mesa de Alfonso Milá (arquitecto) y Leopoldo Pomés (fotógrafo), y sus respectivas mujeres Cecilia Santo Domingo y Karin Leiz. Juntxs pensaron al detalle qué es lo que, como comensales, les gustaba encontrar en un restaurante. Buena comida, desde luego, pero también ambiente agradable; una correcta insonorización;  horario ininterrumpido de servicio; atención cordial y lavabos en condiciones (aseados y agradables de ver). Flash Flash lo tiene todo.

La especialidad de la casa son las tortillas hechas con huevos frescos, y en la carta ofrecen más de 50 variedades de este plato. Así que aquí no hace falta discutir si la verdadera tortilla lleva cebolla, ajo, chorizo o sólo patatas, tu pides la que te guste.Casi es evidente decir que puedes comer tortillas clásicas, pero lo interesante es probar otras diferentes. Por ejemplo, el pastel de tortillas (berenjena, patatas, tomate, cebolla, mayonesa y aceitunas); otra con alubia y butifarra; morcilla de Burgos. También son curiosas, las de patatas chips con cebolla (como la tortilla creada por Ferran Adrià, que levantó ampollas)

La tortillas de bacalao y piquillo, atún con tomate, son el top en la oferta de pescados. Lxs vegetarianxs tienen sus opciones con las tortillas de verduras de temporada: samfaina; espinacas a la catalana. Quizás, si nos conoces, te llamará la atención que esta vez no fuimos muy atrevidxs, ya que probamos la tortilla de bacalao y la de samfaina (el calor de la ciudad nos tenía atolondrados). A Los Foodistas nos gusta la tortilla babé (con el centro sin coagular del todo), y es así como vinieron las nuestras a la mesa. Si eres de las personas que no soporta ver el líquido del huevo, puedes pedir que te cambien el punto (pero que sepas que eso puede ser una ofensa contra la moral de la tortilla…). 😀 😀

Como no todo son tortillas en la carta de Falsh Flash, antes de comenzar compartimos una ensalada de tomates de la huerta (de esas ‘raras avis’ que crecen en la planta), con queso y aceitunas. Tienen una buena oferta de ensaladas, sopas (frías y calientes) y platos de verduras. Las hamburguesas, sabemos que gozan de buena fama (esta vez no las probamos) y son otro de sus imprescindibles. También hay para elegir arroces, carnes (crujiente de cochinillo con mango, Roast Beef de Angus), etc.

El 3 de julio de 1970, el restaurante abrió sus puertas y, en estos 47 años de andadura por su salón pasaron varias generaciones, que comenzaron yendo a comer en pareja, luego con sus hijxs y después con sus nietos/as. Los camareros acompañaron y fueron testigos de ese devenir, porque algunos de ellos llevan unas cuantas décadas en la firma. De hecho, mientras cenábamos fuimos testigos de una escena difícil de encontrar: unos comensales preguntaron por un camarero, sin saber su nombre pero a través de su descripción. Cuando el camarero en cuestión se acercó, le dijeron que querían sentarse en la zona que él atendía, porque habían estado allí en otra ocasión y se sintieron tan a gusto, que querían repetir…. Escenas casuales, pero que pintan muy bien cómo se trabaja en Flash Flash.

No sólo el local se mantiene en pie como en sus inicios, sino que hay platos que ya son un emblema del local. La tortilla panadera, con trozos de pan, tomate y queso; la de sobrasada de Mallorca y cebolla y las hamburguesas, como la Flash con alcaparras, son las recetas que se mantuvieron a lo largo de estos años. El restaurante sólo cierra el 25 de diciembre y atienden ininterrumpidamente, por lo que es una buena opción para comer o cenar cuando se te ha pasado la hora canónica; para desayunar tomar un café a cualquier hora del día o unas copas. Los días de semana ofrecen una carta del día, con una buen variedad de platos.

Para cerrar nuestra cena podríamos haber pedido algunos de los pasteles caseros (que gozan de buena reputación), pero decidimos dejarlo para otra visita o, tal vez, una merienda casual. Como no podía ser de otra forma, en esa casa todo nos señalaba hacia una tortilla dulce. Las ofrecen con ron y naranja, fruta escarchada y café, pero la nuestra fue la de manzanas. Un final perfecto para un restaurante en el que vive la historia de Barcelona

Flash Flash

La Granada del Penedès, 25. Barcelona

932 37 09 90

 

 

 

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