Luki Huber, los diseños de elBulli
Publicado el 19.04.2018
Diseños y esbozos para elBulli es el libro de Luki Huber, que reúne parte del trabajo que hizo para Ferran Adrià, en elBulli. Piezas que hoy son icónicas en la cocina y en la sala, bocetos de vajilla que nunca se llevaron a cabo y otras joyas del diseño de uno de los restaurante más innovadores del mundo…
“elBulli revolucionó la cocina” en una cala perdida de Roses, es una frase manida pero cierta y, entre los hitos de esa revolución encontramos que por primera vez a un cocinero y un diseñador industrial trabajando juntos, y a tiempo completo, en la alta cocina.
El libro tiene un prólogo de Ferrán Adrià y no podía ser de otra manera, porque estuvieron juntos durante 5 años (desde 2002). Las obras que surgieron como producto de esa colaboración fueron expuestas en el Centro George Pomipdou (París) y, en el 2006 recibieron el galardón Lucky Strike Award (los Oscar del diseño) que, en ediciones anteriores, recayó sobre Philippe Starck; Karl Lagarfeld o Donna Karan.
Luki Huber es de origen suizo y lleva muchos años en Barcelona, trabajando como diseñador industrial. Fue Albert Adrià quien lo llevó a elBulli después de conocerse fortuitamente porque el taller del diseñador estaba muy cerca del de elBulli. Ese encuentro casual, cambió el rumbo de la cocina mundial.
En elBulli se inventaron muchas cosas y también se reinventó la cocina, haciendo lo que nadie hacía, como incorporar un diseñador industrial como Luki Huber, en el trabajo diario del restaurante. Él se ocupaba de todo lo que se necesitaba en la cocina y la sala, introduciendo ideas rompedoras como las pipetas de plástico como pincho de brocheta; la cuchara colador, etc.
Como resultado de esos cinco años de trabajo, Huber acumuló unas 70 libretas con más de 25.000 apuntes que se hicieron realidad y otros tantos que sólo quedaron como bocetos. Esas libretas, encuadernadas artesanalmente, se convirtieron en dos piezas únicas que recopilaban el trabajo en elBulli. Una quedó en manos de Huber y la otra se la regaló a “El Juli” (Juli Soler, artífice de elBulli). Eso que era una joya exclusiva, hoy se convirtió en un libro editado por Planeta Gastro, un verdadero manual de diseño aplicado a la gastronomía, que tiene interés para una y otra disciplina. Luki no tenía un sitio fijo en elBulli, así que sus cuadernos de bocetos son como una especie de diario de viaje por elBulli.
El libro presenta esos bocetos, ideas y fotos de piezas llevadas a cabo, de manera ordenada y sistematizada, diferenciando los conceptos destinados al servicio y los que se emplearían para cocinar. Ambos grupos se dividen entre “objetos encontrados y objetos creados”. Estos últimos (los vemos a partir del capítulo 3), incluyen utensilios originariamente empleados en la industria, en la medicina o laboratorios, como las jeringas que permitieron crear las famosas esferificaciones (para el caviar de melón, por ejemplo). La cocina molecular de elBulli, también fue posible por al aporte creativo de Huber y, en el libro podemos observar el proceso de diseño, desde el nacimiento de una idea hasta la ejecución final del proyecto.
Los diseños de Huber cambiaron el paradigma de los que significa cocinar y comer, por ejemplo las pinzas que hoy vemos en cualquier cocina del mundo, fueron introducidas por él en el campo de la cocina. Luki abrió un nuevo camino, preguntándose por el contenido y el continente, haciendo un trabajo verdaderamente holístico.
Luki Huber declaró en la presentación de su libro que: para él fue un gran desafío formar parte del equipo de elBulli, porque implicó incorporar el método de trabajo de un restaurante, a otra forma de proceder (la del diseño). En un restaurante mandan la inmediatez y las reacciones rápidas, mientras que el mundo del diseño va a otro ritmo. Al mismo tiempo, la adaptación también se dio a la inversa, incorporando valores del diseño al ámbito de la cocina.
En elBulli se trabajaban pequeñas series de vajilla, utensilios, pensados exclusivamente para la restauración sin que ello implicara que todas tuvieran el estilo Luki Huber, sino que estaban pensadas para el cliente y el plato. El tener que producir pequeñas series, es un gran desafío para un diseñador industrial acostumbrado a trabajar con producciones extensas. Sus piezas daban respuesta a una necesidad como, por ejemplo, tener que sortear la dificultad de mantener frío un producto en el plato.
El libro compila los bocetos y dibujos, además de las fotos que no sólo muestran el producto sino que son un indicio que el diseño se ha llevado a cabo. Muchas de las piezas se hacían manualmente y una a una; otras buscaban reflexionar sobre cómo se comía o servía sin usar metales, cerámica o plástico, lo que los llevó a diseñar una vajilla orgánica. Uno de los rasgos característicos, que travesaba buena parte de la obra, es que se jugaba bastante con el sentido del humor.
En los diseños de Luki Huber para elBulli, era tan importante el continente como el contenido, pero también la manera en la que se comía (con cubiertos, con las manos) y la forma de servir los alimentos. Hoy tenemos la suerte de tenerlos reunidos en un solo volumen que es un completo manual y una contribución, tanto para la gente de la cocina como la diseñadoras/es.
Luki Huber, Diseños y esbozos para elBulli; Planeta Gastro; 2018
Tapa dura, 320 páginas (26€)
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