Soy Salvaje, el nuevo sello del salmón salvaje de Alaska
Publicado el 14.06.2021
Detrás del salmón salvaje de Alaska hay todo un modelo de pesca sostenible y un programa de normativas rigurosas. Ahora lanzan el sello: “Soy Salvaje”, para distinguir a restaurantes que apuestan por este producto de calidad
El salmón salvaje de Alaska (bajo el sello Alaska Seafood) presenta la iniciativa “Soy Salvaje”, un distintivo para restaurantes que identificará a quienes sirven pescado salvaje de Alaska en sus menús.
Este sello será sinónimo de calidad, porque el cien por cien de sus productos provienen de una gestión de pesca responsable de animales salvajes y, sobre todo, respetuosa con el entorno natural y el medioambiente.
Todos los productos tienen trazabilidad completa con certificación de sostenibilidad rigurosa, regulada por una normativa que afecta tanto a las pesqueras como a las cadenas de custodia.
Productos del mar sostenibles
Comer pescado salvaje de forma regulada es responsable, porque la sobrepesca es una de las grandes amenazas para los océanos. Elegir pescado de pesqueras que trabajan bajo criterios de sostenibilidad, apoyando a los pescadores que respetan el medio ambiente, es también una forma de combatir el vaciamiento de los mares.
Alaska es pionera en el desarrollo de un sistema gestión responsable y sostenible de pesqueras que hoy es el más avanzado, estricto y eficaz del mundo.
La Constitución establece explícitamente que todos los productos del mar se utilizarán, desarrollarán y mantendrán en función del principio del rendimiento sostenible.
Otra medida importante para proteger el medioambiente ha sido la eliminación de las piscifactorías. En 1990 el Parlamento de Alaska prohibió la cría de salmón en piscifactorías (Alaska Statute 16.40.210)
Alaska ejerce un control riguroso sobre las cuotas y las temporadas, las zonas y técnicas de pesca, así como sobre las actividades industriales que podrían afectar negativamente al entorno natural. De esta manera, aseguran la reproducción de la fauna marina año tras año, protegiendo las especies autóctonas, la economía regional y el ecosistema.
Salmón salvaje de Alaska y más
El salmón salvaje de Alaska es uno de los pescados más conocidos, por su calidad, sabor, textura y, además, por el color. Sin embargo, el bacalao o el cangrejo también son grandes productos que entran dentro de las mismas medidas de protección.
Entre las variedades de salmón, está el salmón salvaje Real de Alaska cuya carne es naranja, textura firma y con sabor suculento gracias a un punto graso.
El salmón plateado es delicado, con textura firme y color naranja-rojo (es el más parecido al salmón salar del Atlántico). El rojo es perfecto para comer en crudo, al grill, o ahumado.
El bacalao de Alaska es primo del atlántico, y se conoce como el Bacalao del Pacífico. Es un pescado muy apreciado y el chef japonés Nobu Matsuhisa, lo hizo célebre en su plato de bacalao negro con miso.
Ikura es una palabra rusa (Nkpa) que significa “huevas de pescado”, pero se usa el comercio internacional para referirse al caviar de salmón. Alaska Seefood ofrece el cangrejo real y también las delicadas huevas de salmón salvaje, elaboradas a partir de las huevas curadas en sal.
Nectari se suma a la propuesta salvaje
El restaurante Nectari de Barcelona (1 estrella Michelin), bajo la dirección del chef Jordi Esteve, se une a la propuesta de Alasaka Seefood y ya ha obtenido su distintivo.
Para celebrarlo, ha organizado un menú degustación con estos productos sostenibles donde el pescado salvaje ha sido el protagonista indiscutible, desde los aperitivos hasta en el postre (crema catalana de salmón y fresas baby).
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