El Tarantín, los sabores del Caribe en Barcelona
Publicado el 26.08.2018
El Tarantín recrea los sabores del Caribe en Barcelona. Platos que combinan sabores dulces, salados y sensaciones picantes; frutas tropicales y hasta recetas precolombinas. Un sitio ideal para paladares inquietos y con ganas de descubrir una gastronomía que tiene como hilo conductor un mar con mucho ritmo y colores….
Cuba, Dominicana, Venezuela, Costa Rica pero también Antigua y Barbuda, Jamaica, Haití o Trinidad y Tobado son algunos de los países bañados por el mar Caribe en los que, al igual que pasa con el Mediterráneo, hay sabores, productos, combinación de alimentos y técnicas de cocción, que son comunes a todos ellos. Barcelona, cada vez más cosmopolita, tiene un restaurante dedicado a reverenciar los aromas y el paladar del Caribe: El Tarantín.
Este restaurante situado en la calle Aribau está dirigido por una pareja de venezolanos, Paola di Meo y Miguel Portillo (ella turismo y él cocina en Hofmann), que llegaron a la ciudad condal para estudiar y se quedaron aquí. Y, como echaban de menos su Maracaibo natal, decidieron instalar el Caribe en Barcelona, explorando los sabores de otros países unidos por ese mar.
Un “tarantín” es, en Venezuela, un lugar callejero e informal donde comer algo rápido. Tal vez por eso la ambientación del lugar es sencilla, hecha con materiales de obra a la vista, al igual que la cocina que da hacia la sala. No obstante, los platos que pueden tener una inspiración en la comida callejera están hechos con largas cocciones y esmerado emplatado. No en vano el Tarantín se presenta como “Serious Caribbean Cuisine”, ya que se toman muy enserio esto de dar de comer a la gente.
Este es un restaurante para paladares inquietos, que disfrutan con las mezclas de sabores (dulces, salados, ácidos); de los platos especiados y, por qué no, de un poco de picante. La carta está dividida en tres partes: Abrebocas (con 5 entrantes), Platos (buenos para compartir) y Azúcar (dos postres). En todos los platos hay interesantes combinaciones de frutas que los usan en salsa barbacoa; chutney y otras preparaciones. Eso sí, todo casero.
Como ocurre cada vez que quieres ir a descubrir algo nuevo, lo mejor es pedir varios platos para compartir y poder abarcar mejor la carta. Eso es lo que hicimos Los Foodistas, y comenzamos con unas “Mariquitas” de plátano frito con dip de frijoles negros; “Bacalaitos” rebozados en maíz (cereal estrella en el Caribe -por encima del trigo-) con chutney de piña.
Otro de los “Abrebocas” interesantes son las esferas de yuca rellenas de pollo Jerk con mojo verde. Un plato que, a primera vista se asemeja mucho a una croqueta pero no hay que dejarse llevar por las apariencias. El pollo Jerk es una de las perlas culinaria del Caribe (tan típicamente jamaicano como el reggae), con un marinado en una mezcla de especias y picante.
Entre los platos que probamos no hay que dejar pasar el ‘Guapito’, un tamal. Los tamales se comen en muchos lugares de Américas pero en esta versión venezolana están hechos en hoja de plátano mientras que, en otros sitios, se hacen con maíz. El relleno del tamal a base de calabaza, paletilla de cerdo y ají de leche, es pura melosidad.
En la medida de lo posible tratan de trabajar con productos de proximidad y ecológicos. Este es el caso del magret de pato atado en hoja de plátano con verduras escabechadas y acompañado por Casabe a la plancha (una especie de pan redondo, sin leudado). El Casabe es una receta precolombina hecha con yuca típica de la cuenca caribeña. Comer este plato es mucho más que una experiencia para el paladar, así que lo dejamos en la lista de los ‘altamente recomendados’.
También tienen un cóctel de gambas con un kétchup (hecho por ellos) de tomatillo y tabasco de mango verde. Un plato refrescante y picante a la vez, especial para los días de calor. Nos quedamos con ganas de probar el curry de raíces con leche de coco y maíz quemado, así que habrá que volver para seguir explorando.
Los postres no son muy elaborados, pero probamos un canelón de guayaba relleno de queso de cabra, que no necesitaba mucho más refinamiento que la combinación y equilibrio perfecto de sabores. La carta de bebidas tiene cervezas ( lo que mejor marida con esta comida), 3 cócteles con ron (también buena opción de maridajes) y unos pocos vinos (blanco, rosados y tintos).
Los días laborables ofrecen un menú de mediodía que cambian semanalmente, y es una gran opción para ir a descubrir estos sabores caribeños tan especiales. El Tarantín lleva abierto pocos meses, pero esperamos que tengan un largo recorrido porque su cocina es sabrosa y promete una buena evolución.
El Tarantín: Carrer d’Aribau, 186, 08036 Barcelona
Abierto de 13:30 a 16 y de 20 a 0h. (lunes cerrado)
935 66 58 01
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