La cerveza que nace del pan. Moritz Blat, una especialidad de Beer Lab
Publicado el 07.07.2016
Moritz Blat es una cerveza de trigo, sin filtrar ni pasteurizar, elaborada a partir de la masa madre de levaduras salvajes (con harina ecológica molida a piedra) de una de las panaderías más prestigiosas del país: Triticum. La cerveza se podrá degustar durante todo el verano en el Beer Lab de Moritz.
Según dicen algunos antropólogos de la alimentación, la humanidad se ha nutrido de productos fermentados desde el 6000 AC. Así es, hemos sobrevivido a base de hongos (levaduras) y bacterias que transforman los alimentos, los vuelven digeribles y agregan una acidez refrescante. La obsesión por pasteurizar y evitar cualquier bacteria, ha hecho que los fermentados casi desaparezcan de nuestras vidas, se sustituyan por fermentaciones no naturales o vinagres añadidos.
Los lácteos, la cerveza, el vino, el pan y, también, el cacao, son productos fermentados que nos acompañan a lo largo de nuestra historia como humanidad. A esta lista se completa con muchos otros fermentados que hemos dejado de consumir. Sin embargo el pan y la cerveza han estado presentes en las mesas desde el comienzo de la historia. Los papiros antiguos demuestran que mesopotámicos y egipcios tenían gran afición a estas dos elaboraciones.
En el Egipto de los faraones, la cerveza (denominada Bouza) era un producto derivado del pan. Se registraron cuatro variedades de cervezas que, según testimonian los documentos, servían para nutrir tanto el cuerpo como el alma, ya que consideraban que los cereales contenían la clave de la salud y la inmortalidad. La cerveza se hacía en un recipiente de barro, en el que se dejaba reposar agua y cebada. Luego se incorporaba malta y pan, para producir la fermentación y consumarla al cabo de cuatro días.
Alex Clemente (maestro cervecero de Moritz) y Xevi Ramón (Triticum), trabajaron juntos para elaborar una cerveza que nace del pan. La propuesta de Moritz Beer Lab para el verano, se acerca a los orígenes de la cerveza. recuperado su producción con levaduras salvajes guardadas en la masa madre del pan. En este acaso la mejor masa madre la provee Triticum, panaderos de alta gastronomía. Con su fermentación se ha conseguido despertar aromas milenarios sorprendentes que combinan dulzura y una ligera acidez.
Para conmemorar el 160 aniversario de la cervecera, Moritz desarrolló Beer Lab, un proyecto con el que buscan experimentar e innovar en el mundo de la cultura cervecera. Su primera cerveza fue una Red IPA, que tuvo gran aceptación por parte del público, sobrepasando las previsiones de producción de la cervecería. La que estará disponible hasta octubre en su Fábrica de Barcelona, es la Moritz Blat, una cerveza turbia de trigo que se sirve sin filtrar, ni pasteurizar. Esta cerveza es densa pero refrescante, al estilo Antik Weissbier, con 12o IBUS de amargura y 5,8% de alcohol. Su espuma es densa, tiene notas afrutadas de las levaduras y especias (clavo, anís estrellado), que se mezclan con los aromas florales del lúpulo de Saaz. En boca es cremosa y acaba con un efecto efervescente (tiene una alta carbonatación).
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