El vino de Cupido

Publicado el 08.02.2017


Se acerca la celebración de San Valentín y entonces nos acordamos de ese pequeñajo con alas y arco al que llamamos Cupido. Te proponemos un vino, que es un beso en la boca, para celebrar el amor con quien quieras y como más te guste. A la salud del amor….

Cupido, la imagen romana del amor

Según la mitología romana, Cupido era el Dios del Amor y fue el fruto de la unión entre Venus, la Diosa de la belleza y la fertilidad y Marte, el Dios de la guerra. De estas dos fuerzas salió un niño gordito adorable, que simboliza la inocencia del amor. Las alas de Cupido simbolizan la velocidad a la que nos enamoramos y, la venda en los ojos, el atontamiento que no nos permite ver los defectos de la persona amada. ¡Qué monada! En fin… no nos pondremos a despotricar de la idea romántica del amor, porque aunque queremos hablar de vinos, no hemos olvidado las flechas (de punta dorada) que simbolizan esa sensación que algunas personas definen como «mariposas en el estómago». ¡Toma flechazo!

Y sí, este es un artículo que habla de vino. Y el vino como sabéis, es un catalizador de emociones y una de ellas es sus propiedades desinhibidoras en el sexo y la pasión. Aunque hoy vamos a hablar del amor y no del sexo. Y que mejor símbolo del amor que un beso.

Muaa, un vino que es un beso en la boca

Pues para este 14 de febrero te recomendamos un vino con nombre de beso. Se llama MWA  y nos llega desde la Denominación de Origen Somontano de la mano de Bodegas Meler. Muua está elaborado con cabernet sauvignon, merlot y shiraz (14º de alcohol). Es un vino con media crianza, no más de seis meses, en el que podemos encontrar la fruta viva con equilibrados matices de madera.

En copa, a la vista, vemos un vivo color rojo oscuro, de capa alta. Muy brillante e hipnótico en giro. En la nariz explota en frutos rojos frescos y balsámicos de montaña como el tomillo, el romero o el pino. Especias, vainilla y regaliz están presentes a copa en movimiento. En boca es eso: un beso. Una entrada muy agradable y redonda. Te llena la boca de sabor y permanece en ella en un más que grato recuerdo.

Un buen vino para celebrar el amor, sin tener que recurrir a las tópicas bebidas espumosas de color rosado. ¡Feliz día del amor! Nosotrxs brindamos contigo, por el amor por el vino y la gastronomía.

 

Javier Campo, Sommelier. Para Los Foodistas

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