Can Sardi, la cocina de Cerdeña en Barcelona

¡Ni Carbonara con nata, ni pizza con piña! El recetario italiano está lleno de productos de calidad y elaboraciones diversas, con mucha tradición.

Esta vez descubrimos los platos de Cerdeña en Can Sardi, un pequeño local en el barrio de la Barceloneta de Barcelona donde se luce la cocina de mercado, artesanal y con pescado fresco.

Los platos caseros de Can Sardi

En una de las calles concurridas de la Barceloneta que desemboca en el mar, está Can Sardi No te dejes engañar por la ubicación: no es un restaurante italiano de tópicos, ni está enfocado al consumo de los turistas.

El local pequeñito, tiene una terraza con unas pocas mesas. Desde los años 60, allí estaba el bar Can Santi del que mantienen el antiguo cartel, y le han alterado el nombre sobre-imprimiendo el suyo pero dejando visible el anterior.

Un gesto que ya nos da una pista sobre qué nos vamos a encontrar: un restaurante sin complejos ni aires de grandeza. A ello se suman los platos anunciados en una pizarra escrita a mano. Y ya está todo dicho…

Al lado de su casa de comidas, tienen un pequeño obrador donde elaboran las pastas según manda el canon sardo: con sémola y agua. La cocina ocupa una buena parte del local y está completamente abierta, y rodeada de frascos con encurtidos y otras delicias que irán directo a tu mesa. Además que puedes ver cómo cocinan y el mimo que le ponen a cada elaboración.

Cerdeña pero con un toque de Barcelona

La bomba de la Barceloneta es el plato más emblemático de ese barrio de pescadores de Barcelona y, en Can Sardi, le han hecho un homenaje creando su propia versión.

Quesos y embutidos de la isla, servidos en una tabla con el crujiente pan Carasau, encurtidos y cebolla caramelizada casera, son una buena opción para comenzar una comida en Can Sardi.

Las sardinas ahumadas o a la plancha, son las reinas de la carta. No obstante, hay más pescados para elegir: pulpo, caballa, dorada, arenques, bonito y, además, gambas.

De ese obrador que te comentábamos, salen los Culurgiones. Se trata de una pasta fresca (de aspecto parecido a unos dumpling) hecha con sémola y agua, originaria del este de Cerdeña.

El relleno es de lo más curioso: de patata, queso y menta, y los pliegues que cierran estas bolsitas de masa se parecen a una espiga de trigo. Servidos con una sencilla salsa de tomates, son toda una delicia.

Aprovechando un menú especial que formaba parte de la primera edición de Italia con gusto, también probamos la Fregola sarda DOP con almejas y botarga. Uno de los platos que más nos gustaron. Es también una pasta de sémola de grano duro, elaborada a mano, con forma de una pequeña bolita (casi del tamaño de un grano de arroz).

Al ser una pasta muy porosa, absorbe muy bien los sabores así que el plato alcanza una profundidad más que interesante, que se potencia con la botarga (huevas de pescado saladas y secas).

A la hora del postre no te pierdas las Seadas. Se trata de un postre no postre, porque está a mitad de camino entre el salado y el dulce, elaboradas con una masa fina casera y rellenas con queso pecorino. El toque dulce lo aporta la miel o la reducción de Mirto (un popular licor sardo), que bañan las Seadas.

Can Sardi: C/ de Pepe Rubianes, 25, 08003

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