Sabores ocultos del Sur de Francia: Narbona y Gruissan

Narbona: Un cruce de historias y placeres

El sur de Francia, a menudo asociado con destinos de gran afluencia turística, guarda tesoros en sus ciudades menos concurridas. Narbona, por ejemplo, ofrece una inmersión en la gastronomía y la cultura.

Narbona es un buen punto de partida, para una exploración tranquila y enriquecedora.Por ejemplo, desde Barcelona el trayecto en tren dura menos de tres horas, lo que permite un desplazamiento con una huella ambiental reducida,.

Un recorrido por la ciudad revela puntos de interés como la catedral de San Justo y San Pastor, una de las más altas de Francia. También, en el mismo centro urbano, hay vestigios romanos, como la Via Domitia del siglo II a.C., descubierta en 1997 y posteriormente restaurada, que testifican la iruta histórica de la ciudad como conexión entre Italia y España. Estos atractivos pueden recorrerse a pie y tienen entrada gratuita.

Además, en una visita no puede faltar un paseo por Les Halles, el mercado de Narbona, Su edificio de estilo Art Nouveau inaugurado en 1901, alberga unos 70 puestos donde puedes comer o comprar productos locales. Este mercado fue elegido por lxs frances/as como el más bonito del paños.

Les Grands Buffet: un festín de récord en el Sur de Francia

A la hora de comer, no puedes perderte la experiencia de Les Grands Buffets en Narbona. Olvídate de cualquier idea preconcebida que tengas sobre los buffet, porque todo lo que se ofrece está regido por el arte de la buena mesa.

De hecho, allí encontrarás una selección de 150 platos que se elaboran siguiendo las recetas de Auguste Escoffier, lo que asegura un apego a las tradiciones culinarias francesas.

Un aspecto distintivo de Les Grands Buffets es su selección de quesos, que ha sido reconocida con un récord mundial por su variedad y calidad. Hay un afinador a cargo de los más de 111 quesos, que elige quesos del Sur de Francia, otros puntos del país y del Europa.

Los vinos son otro de sus atractivos, servidos por copa o botellas y a precio de bodega. Además de la oferta de mariscos frescos, foie, hasta preparaciones tan exclusivas como el pato prensado o la repostería tradicional hecha artesanalmente.

Gruissan: entre salinas y estructuras medievales

A corta distancia de Narbona, a unos 8 kilómetros, se encuentra Gruissan, un pueblo con un entorno natural particular. Las salinas y las playas son elementos distintivos de su paisaje. En este lugar, un castillo medieval se alza sobre una formación rocosa, un testimonio de la arquitectura de la época. Las playas de Gruissan completan la oferta de esparcimiento al aire libre. La localidad acoge también eventos culturales como el Festival Internacional de Fotografía, Gruissan Sport Photo, con acceso gratuito, que estará disponible hasta el 14 de septiembre del 25.

Para un hospedaje que se integra con el entorno, te recomendamos Les Illots de Gruissan, que ofrece habitaciones flotantes. Este establecimiento, situado en el Port de Plaisance, proporciona vistas desde su terraza y acceso a internet. La ubicación del hotel es estratégica, a unos 20 minutos de Narbona y a 30 kilómetros de la Reserva Africana de Sigean, lo que facilita las visitas a otros puntos de interés de la región.

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